Jesús refirió una segunda parábola a la multitud que le escuchaba, utilizando también la analogía del trabajo de sembrar la tierra. En esta parábola, sin embargo, el enemigo vino y sembró cizaña mientras dormían los hombres que habían plantado trigo. La cizaña es prácticamente igual que el trigo. De hecho, las plantas son muy difíciles de distinguir entre sí. Hasta que llega el tiempo del fruto, ambas plantas parecen idénticas.
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